domingo, 29 de mayo de 2011

CONFERENCIA EN STANFORD

La última disertación iba sobre la conexión mente-cuerpo -la relación entre el estrés y el malestar físico.
El orador (jefe de psiquiatría en Stanford) dijo, entre otras cosas, que una de las mejores cosas que un hombre puede hacer por su salud es casarse con una mujer, mientras que una mujer, una de las mejores cosas que puede hacer por su salud es cultivar su relación con sus amigas.

Al principio, todo el mundo se rió, pero hablaba en serio.
Las mujeres conectan entre ellas de manera diferente y se proporcionan sistemas de apoyo que las ayudan a lidiar con el estrés y las experiencias difíciles de la vida.

Físicamente, esta cualidad "tiempo para las amigas" nos ayuda a fabricar más serotonina -un neurotransmisor que ayuda a combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las mujeres comparten sus sentimientos, mientras que los hombres a menudo se relacionan en torno a actividades.
Ellos raramente se sientan con un amigo a hablar de cómo se sienten acerca de cualquier cosa, o cómo va su vida personal.

¿Trabajo? Sí.
¿Deportes? Sí.
¿Coches? Sí. ¿Pesca, caza, golf? Sí.
Pero ¿sus sentimientos? Muy pocas veces. Las mujeres lo hacen todo el tiempo.
Nosotras compartimos desde nuestra alma con nuestras hermanas y, evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.

El orador dijo que dedicar tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como el jogging o ir al gimnasio.
Hay una tendencia a pensar que cuando estamos "haciendo ejercicio" estamos haciendo algo bueno para nuestro cuerpo, pero que cuando estamos hablando con nuestras amigas, estamos perdiendo el tiempo y deberíamos estar ocupadas de forma más productiva. No es cierto. De hecho, dijo que el no crear y mantener relaciones personales de calidad, con otros seres humanos, ¡es tan nocivo para nuestra salud física como fumar!

Por lo tanto, cada vez que nos sentamos a charlar con nuestra amiga, date unos golpecitos en la espalda y felicítate por estar haciendo algo útil para tu salud. De hecho, somos muy muy afortunadas.
Evidentemente, es muy bueno para nuestra salud.

ELIZABETH KLÜBER ROSS - La muerte : Un amanecer

La experiencia de la muerte es casi igual a la del nacimiento. Es un nacimiento a otra existencia.
Morir significa simplemente mudarse a una casa más bella. La muerte no es más que un pasaje a hacia otra forma de vida.
Se abandonan las formas físicas terrenales porque ya no se necesitan.
Esta vida terrestre que vivimos en nuestro cuerpo físico sólo representa una pequeña parte de nuestra existencia global.
La muerte es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo... y en el que se tiene la posibilidad de seguir creciendo.
Todo lo que se posee en esta vida sirve para un fin determinado. Nada en la vida se debe al azar.
El sufrimiento no es una maldición o un castigo... Dios no castiga ni condena.
Nadie muere solo. Cada ser viene acompañado de seres espirituales desde su nacimiento hasta su muerte. Estamos rodeados de seres que nos guían, nos aman y nos protegen.
A veces en momentos de gran dolor, sufrimiento y soledad, nuestra percepción aumenta y podemos reconocer su presencia.
Morir no es necesariamente un asunto triste. Se puede vivir cosas maravillosas y encontrar muchísima ternura.
La agonía no es como la percibimos...
Nadie que haya vivido una experiencia del umbral de la muerte, ha tenido a continuación miedo a morir.